A veces parece que no queremos admitir, ya sea por miedo o vergüenza, que no nos sentirnos cómodos o cómodas con nuestros respectivos cuerpos. Se trata de un problema bastante común y que presenta bastantes inquietudes entre grupos diferentes de población. Porque hay personas de todas las edades, de los dos sexos y de diferentes condiciones sociales que se encuentra incómoda mirándose en el espejo. Pero la resolución de un problema de esta envergadura empieza por lo más simple que podemos hacer: admitir que no nos gustamos. Ahí comenzamos a cambiar nuestra suerte para mejor.
Después de ello es el momento de ver qué podemos hacer para soliviantar el problema. Es entonces cuando aparece un elemento como lo es el de la cirugía estética, una solución que cada vez parece más habitual entre las personas que no se sienten cómodas consigo mismas y que realmente puede contribuir a que esa situación tan desagradable cambie por completo. Después de haber visto diferentes opciones, conviene comentar el asunto con algún familiar o amigo. Sin miedos. “Sí, estoy pensando en operarme. ¿Qué pasa?”.
Aunque parece que es algo de lo que no mucha gente presume y que se prefiere mantener en secreto, lo cierto es que cada día son más las personas que apuestan por este tipo de tratamientos. Es hora de decirlo sin tapujos: según el portal web Infosalus, son 400.000 las personas que en España se someten, cada año, a una operación de estas. Muchas de ellas no lo dicen porque tienen miedo a cómo va a reaccionar la sociedad al respecto. Parece que está mal visto sentirse bien. Pero es necesario decir: “aquí estoy yo, y sí, estoy operado u operada”.
Según hemos podido saber gracias a una noticia que hemos conocido a través de EFE Salud, la blefaroplastia es la técnica que más se utiliza entre los mayores de 55 años para conseguir paliar sus problemas en los ojos. Se trata de una de las mayores incomodidades que tienen las personas con su cuerpo: los ojos. Ya sea por una dolencia física o porque simplemente no les gustan nuestras formas en dicha zona, lo cierto es que son muchas las personas que acuden a la cirugía estética para eliminar los problemas con sus ojos.
Es hora de combatir todos los prejuicios que hay en contra de la cirugía estética en nuestro país. Parece ser que querer operarse y cambiar algo de nuestro cuerpo es algo inmoral y que debería estar totalmente prohibido, de acuerdo con las opiniones de según qué personas. Pero lo cierto es que no hay nada más lejos de la realidad. Los efectos de la cirugía estética son totalmente positivos. En primer lugar, porque según nos han comentado desde Be You Salud, la gente ve cubierta su necesidad, que no es otra que la de sentirse bien consigo mismas. ¿Hay algún tipo de problema en ello?
¿Qué tipo de intereses hay detrás de todos aquellos que van en contra de la cirugía?
Desde luego, lo que hay que comenzar a tener en cuenta es que someterse a una intervención de este estilo no es algo que una persona haga siempre por querer aparentar ser más guapa. Se trata de una necesidad para mucha gente y no tanto un capricho. Que le pregunten a las miles de personas que acuden a la cirugía estética en España cada año si su vida cambia a mejor tras la intervención o no. Son esas las opiniones que deben ser tenidas en cuenta y no las de personas que realmente tienen un interés oculto en que eso no se sepa.
Basta con usar la lógica para tener una primera explicación a lo que ocurre en este tipo de situaciones. ¿Qué pasaría si la concepción de la cirugía estética fuera perfecta en España? Que probablemente muchas personas no se verían obligadas a comprar un buen manojo de productos de belleza para tapar lo que ellas mismas consideran sus desventajas. Y eso a mucha gente no le interesa, ya que pondría en riesgo su modelo de negocio. ¿Quién filtra todas esas percepciones sobre la cirugía estética, entonces? Ya tenemos un primer hilo del que tirar para averiguarlo.
Derribar mitos es una labor que es necesaria en esta sociedad y que afecta no solo al sector del que hemos hablado, sino que lo hace con todos y cada uno de ellos. Hay que trabajar en ello, aunque está claro que intereses va a haber siempre en el punto contrario. En un mundo en el que la información es tan abundante, no podemos seguir permitiendo que haya gente desinformada o informada por los canales erróneos.
