Siempre se ha dicho que a veces heredar algo sale muy caro. De hecho, ante una herencia, el beneficiario tiene el derecho de aceptarla o no sabiendo, de antemano, que renunciando a las deudas del difunto renuncias también a todo lo que haya podido legarte y, por supuesto, ocurre lo mismo al contrario: aceptando sus deudas (si las hubiera) aceptas también todos los beneficios y bienes que haya podido dejarte en herencia. Ahora bien, en algunos países heredar algo sale más caro que en otro e, incluso dentro de España, vivir en una comunidad u otra marcará mucho la diferencia.
Sin embargo, algunas nuevas leyes favorecen levemente a algunos herederos, y digo levemente porque tampoco es que haya una gran diferencia. Lo que ocurre es que los empresarios han visto en este tipo de “favores” un buen mercado de trabajo. Por ejemplo, el Estado premiará con un 10% a quien informe de una herencia sin heredero. Esto significa que si una persona tiene conocimiento sobre el fallecimiento de alguien que no tiene descendencia y tampoco ha hecho testamento para legar su patrimonio a nadie, puede informar de este hecho al Estado y recibir, a cambio, un 10% del valor de dicha herencia. A raíz de esto han nacido múltiples empresas y bufetes de abogados que ofrecen sus servicios especializados a aquellas personas que quieren dar conocimiento de este tipo de herencias al Estado a cambio de un porcentaje de los beneficios.
Pero aún hay más porque no son las únicas que le han hincado el siente a esto de las herencias. En estos últimos años se han dado en herencia una gran cantidad de viviendas y, por eso, han nacido las empresas de genealogía sucesoria. Se trata de empresas que rastrean a las personas que desconocen que tienen derechos sobre legados inmobiliarios a cambio de un porcentaje por la venta.
Un caso concreto
Hace unos años, en Alicante, un abogado tocó a la puerta de mi abuela contando una historia similar: la abuela de mi abuela había puesto un dinero, hace muchos años, para comprar una vivienda de planta baja frente a la fábrica tabacalera donde trabajaba. Se habían reunido varias trabajadoras en edad fértil para adquirir esa casa entre todas con el fin de poder ir ahí a amamantar a sus bebés durante el periodo de lactancia sin tener que perder demasiado tiempo en los trayectos a sus casas.
Ahora, el terreno donde se ubicaba ese edificio estaba en propiedad del ayuntamiento y el bufete de abogados al que pertenecía aquel señor iba a interponer una demanda para recuperar dicho terreno para la descendencia de aquel grupo de mujeres que, en su día, compraron la casa. Por supuesto, en pro de un pequeño beneficio.
Este tipo de empresas, a pesar de que no incumplen ninguna ley, no son bien vistas por la sociedad, pues parecen buitres que acechan el bien ajeno tras la muerte de alguien. Por eso es tan importante rodearte de verdaderos profesionales del sector en estos temas, personas respetuosas que sepan que, además de un negocio, es una vida aquello de lo que se está tratando. En aceptacionherencia.com encontraréis toda la información necesaria y al asesoramiento perfecto para iniciar un proceso de herencia.