Una de las obsesiones más grandes de la población española ha sido siempre el peso. No cabe la menor duda de que a la inmensa mayoría de los españoles y las españolas, esta ha sido una de las cosas que más ha influido a la hora de enfrentarse a su día a día. Unos kilos de más o de menos pueden suponer una gran diferencia y es evidente que todos lo sabemos por varios motivos, entre los que destaca nuestro estado de salud o la ropa con la que nos vestimos, que cuando nos empieza a apretar nos comienza a asustar.
Ponerse a dieta es algo habitual cuando llegan determinadas épocas del año. Una de ellas es el mes de enero. Pasada la Navidad, todos y todas tratamos de perder peso de una manera rápida y eficaz. Otro de los momentos idóneos es la primavera, en el que nos encontramos en este momento. El verano es un buen momento para lucir cuerpo y ese es el motivo por el cual durante los meses de primavera intentamos por todos los medios desarrollar la tradicional “Operación Bikini”. Otra cosa ya es que funcione.
Un artículo publicado en la página web del diario El Mundo informaba de una cuestión que tenemos que admitir, aunque nos cueste hacerlo: el 81% de los españoles fracasa al intentar hacer una dieta. Es un dato demoledor y que pone de manifiesto que no hacemos las cosas como deberíamos en este aspecto. El primer paso para corregir estos errores es saber reconocer que hemos fallado, lo cual hemos querido ilustrar con ese dato. Hay que admitirlo y hacerlo sin tapujos, como nos gusta en esta página.
En España, las dietas no se hacen como deberían: tendemos a pensar que comer menos es sinónimo de engordar menos, que nos vale con hacer ejercicio una vez a la semana y que dejar de comer una determinada tipología de productos nos hará presumir de peso en poco tiempo. Y todo esto no tiene por qué ser real. Es necesario que nos quitemos todos esos fantasmas de la cabeza. De lo contrario, las estadísticas de fracasos en materia de pérdida de peso no solo no van a bajar, sino que, además, se van a incrementar todavía más.
Los españoles tenemos muy malas estadísticas en lo que se refiere al éxito en la pérdida de peso. Las dietas que comenzamos o no funcionan o no somos capaces de mantenerlas. Es necesario reconocerlo y poner de este modo la primera piedra en lo que tiene que ver con la constitución de un programa que realmente nos permita perder los kilos que queremos. Pau Sala, responsable de la entidad Entrenador Personal en Alicante, nos ha comentado recientemente que la mejor manera de hacerlo es siempre con la ayuda de gente que esté especializada en el asunto.
Perder peso, ‘deporte’ nacional en España
La inmensa mayoría de los españoles quiere perder peso. Un artículo publicado en el diario 20 Minutos informaba de que es un 72% de la población la que se encuentra en esta tesitura. Es decir, casi tres cuartas partes de nuestra población consideran que están pasados o pasadas de peso. Eso es algo que también nos tenemos que hacer mirar y que no siempre tiene que ver con la cantidad de cosas que comemos, sino con la vida tan sedentaria que hemos adquirido con el paso de los años. Todos los expertos lo ven así.
¿Qué se puede hacer para remediarlo? Está claro que es algo que hay que resolver con mentalización. Tenemos que acostumbrarnos al ejercicio físico, algo que no es plato de buen gusto para todos. Asumámoslo. A los españoles nos cuesta hacer deporte, es otra de las cosas que tenemos que reconocer sin ningún tipo de tapujos. Y es algo a lo que hay que ponerle una solución. Una solución que no es tan difícil y que pasa por mover el esqueleto. Empezar es complicado, eso es cierto. Pero una vez que nuestro cuerpo se acostumbra a hacer deporte, ya no hay quien sea capaz de pararlo.
Eso sí, es bastante recomendable que empecemos a hacerlo cuanto antes, más que nada porque el ejercicio y una buena alimentación son imprescindibles para conseguir una buena salud y una gran calidad de vida. Estos asuntos aseguran la mejor de las inversiones a largo plazo que podemos conseguir, que no es otra que la de mantenernos sanos y a salvo de cualquier patología relacionada con nuestro sistema cardiovascular, entre otros. Y es que no cuesta tanto cuidarse.