Las escuelas de fútbol son un magnífico lugar para el aprendizaje y el ocio de los adolescentes, pero eso sí, necesitan de la colaboración de los padres.
El poner a buscar una escuela de fútbol para los padres, donde los niños puedan jugar al fútbol o aprender más sobre el deporte rey es un buen lugar. No solo es que hacen ejercicio, también comienzan a ir tomando conciencia de la gran importancia que tienen una serie de actitud importantes como son la disciplina, el esfuerzo, trabajar en equipo o el estar motivado por uno mismo.
De la misma forma se aprende algo tan fundamental como la aceptación de la frustración. Saber ganar es importante, tanto como saber perder. Unos apartados que también se pueden aprender en otros deportes, pero que en el fútbol, por su importancia social es más fácil tener acceso a ellos.
Como es lógico, no hay que olvidarse la mejora del propio niño que acude a una escuela de fútbol. Los pequeños ven como de manera progresiva mejoran en sus cualidades y habilidades. Está claro que el futbolista de cierto nivel que llega a categorías altas ya, en cierta forma, nace con las aptitudes, pero para el resto de personas también es también agradable ver como se juega al fútbol cada vez mejor.
Los padres, como es normal, siempre quieren que sus hijos disfruten y si son además buenos en fútbol mejor. El que además aprendan otros valores, pues es un añadido para que se anime el pequeño a practicar fútbol, además de que también puede despertar su interés por otros deportes, como pasa en infinidad de casos.
No todas las familias lo llevan bien
Eso sí, no debemos olvidar que en los casos de muchas familias, el apuntarse a una escuela de fútbol es fruto de discusiones. Muchas veces alguno de los progenitores prefiere que se apunte a otro tipo de actividad, tales como idiomas, artes marciales o natación.
Estas actividades también son buenas, aunque hay que recordar que el día tiene 24 horas y tampoco es del todo bueno recargar el horario para los pequeños. El estrés de actividades tampoco es bueno. Mejor que haga una o dos, pero que disfrute plenamente de ellas y que sean compatibles con su estudio y el simple ocio.
Algunos puntos de interés
Siempre hay que intentar ser de ayuda en el crecimiento, maduración de los futbolistas. Algunos comportamientos son fáciles de poner en práctica y aplicarlos en nuestra vida diaria.
- Ayuda a que tengan los niños un grado mayor de autonomía y sean más independientes
- Debe evitarse la crítica por parte de padres e hijos a los compañeros y entrenadores
- Los padres no deben intentar hacer de entrenadores
- Cuando estén en la grada los progenitores deben ser siempre exquisitos con los contrarios, árbitros y el resto de los padres y las madres
- Siempre se debe estar alegrar y animado en el postpartido, pues los padres tienen que entender que las derrotas son un importante aprendizaje, para el fútbol y la vida
- Cuando haya victorias se debe enseñar la importancia de la humildad, los éxitos siempre son relativos.
- El que el niño se esfuerce y tenga una actitud de positivismo es bueno reforzarlo y premiarlo
- Cuando se mantengan conversaciones con los niños, hay que actuar reforzando las mismas y las buenas actitudes, así como la solidaridad y todo el apoyo que se en sus entrenamientos o al competir.
- No olvidemos que también ayuda el deporte a que se fomenten los buenos hábitos alimenticios
Está claro que esto no es fácil, pero funciona a la perfección, dando como resultado unos mejores niños y en el futuro, adultos, así como mejores jugadores de fútbol.
El equipamiento debe ser de calidad
A la hora de jugar al fútbol no debemos olvidar lo importante que el equipamiento tenga un mínimo de calidad. En cuanto a la ropa de juego o de entrenamiento, generalmente todas las escuelas suelen tener buenas equipaciones o al menos correctas. En aspectos como las botas, espinilleras y demás, esto se debe comprar por parte de los padres, aunque siempre hay muchas escuelas que dan una serie de recomendaciones.
Desde Marianssport, especialistas en botas de fútbol desde hace muchos años, creen que ha crecido la conciencia de lo importante que es jugar con el calzado adecuado, pues puede, no solo ayudar a prevenir lesiones, también a mejorar el rendimiento del propio jugador. Debemos tener en cuenta el presupuesto que tenemos a la hora de adquirir las botas.
Está claro que los niños, especialmente según van creciendo quieren tener las mejores botas, o al menos del nivel que las tienen la mayoría de los niños. Para una buena compra, deberíamos tener en cuenta lo que le guste a él, el consejo de la escuela o de la tienda en cuestión. Esta es la mejor manera de no fallar a la hora de comprar botas.
Dependiendo del lugar en donde vivas tendrás acceso a apuntar al pequeño a una o más escuelas. En algunos casos incluso podrás apuntarles al equipo de tu ciudad o incluso al favorito. Esto sin duda es un gran aliciente.
¿Qué escuela elegir?
Muchos jugadores han comenzado en las escuelas de su club e incluso una minoría ha llegado al fútbol profesional. No es un camino de rosas y hay que esforzarse mucho y tener suerte con las lesiones y estar en el sitio y el momento adecuado.
Nuestra recomendación es, por encima de todo, que la escuela nos pille a una distancia prudencial del hogar para poder recoger al niño o que cuando crezca no tenga que recorrer mucha distancia en el caso de que vuelva pro sus propios medios.
Hay que buscar siempre la practicidad y que en términos de transporte pierda el menor tiempo posible. Sabemos que no siempre es posible, pero sin duda es lo más recomendable y algo que se agradece en nuestro día a día.
Esperamos que después de estas nociones que te hemos dado haya quedado bien claro lo importante que puede ser apuntar a un niño a una escuela de fútbol, ¿no?