Desde el momento que eres padre tu vida cambia, ya que ahora tienes a una personita que de momento necesita cuidado y atención las veinticuatro horas del día. Uno de las decisiones que pensamos mucho tomar fue la educación que darles a mis hijos. Todo padre quiere que sus hijos crezcan con la mayor educación, con el fin que les aporte las herramientas necesarias para su desarrollo.
En mi caso tenía clara una cosa, y es que desde muy jovencitos quería que el deporte fuera algo importante para su vida, porque hoy en día estamos en una sociedad en la que los alimentos tienen muchísima azúcar e hidratos de carbono, además de que la obesidad infantil ya es un problema para los países desarrollados.
Todo influye
Una mala educación alimenticia y deportiva nos fuerza a tener una futura generación abocada a enfermedades cardiovasculares. Por eso, ahora que mi hijo tiene 6 años, estoy enseñándole poco a poco las diferencias entre una dieta sana, y una dieta llena de alimentos que no nos aportan los nutrientes que necesitamos para estar sano. Aunque claro, al fin y al cabo, son niños, y por mucho que le expliques que una hamburguesa de una cadena de comida rápida no es el mejor alimento, tienes que asistir a cumpleaños y otras fiestas en las que hay comida, no todo lo sana que quisiéramos.
Pero ser sano no significa solo llevar una dieta saludable, eso es solo una parte. La otra parte está relacionada con el deporte y la vitalidad. Yo recuerdo cuando era niño que lo normal era bajar con los amigos y jugar al futbol, a los juegos de niños y demás actividades que implicaban correr. En cierto modo ahora ha cambiado mucho, los niños están más al tanto de la tecnología, y sobre todo en lo referente a videojuegos.
Generar el hábito del ejercicio en nuestros hijos tiene muchos beneficios, como por ejemplo la mejora general de la salud, ya que el ejercicio cardiovascular fortalece el corazón, y además favorece la prevención del sobrepeso y la obesidad en el caso de niño y adolescentes. Evitar el sedentarismo y fomentar el ejercicio es fundamental.
Una de las cosas del deporte que más beneficia a los padres es el factor de la relajación después del ejercicio. El ejercicio físico favorece la descarga de nervios y tensión que se acumulan a lo largo de la semana. Esto ayuda a que los niños estén más calmados, y también a que se concentren más fácilmente.
Por último, me referiré al esfuerzo que requiere hacer un deporte con habitualidad, el esfuerzo continuo y el entrenamiento diario genera una serie de lecciones, que solo se pueden aprender esforzándose. Además, la práctica de deportes en equipo fomenta la socialización, compartir sentimientos intrínsecos a formar parte de un equipo, a ganar y a perder, y a ayudarse en equipo para conseguir objetivos.
A veces no hay que hacer muchos esfuerzos para conseguir que nuestros hijos se muevan, pero a veces sí. Por ejemplo, en nuestra urbanización hay un gran descampado, y nuestros hijos siempre juegan al futbol. Así que la comunidad decidimos utilizar este espacio para construir unas pistas de futbol y de pádel para poder hacer deporte con nuestros hijos. Para la construcción, confiamos en Niberma, una empresa de construcción especializada en la instalación, fabricación y comercialización de pavimentos y revestimientos a nivel nacional. Tiene una larga experiencia en el mundo de las construcciones deportivas, y sus soluciones se adaptan perfectamente a las necesidades que puedas tener.
En conclusión, en la sociedad de hoy en día, hay que conseguir que los niños y adolescente se muevan y hagan deporte, porque su salud mejorará, se concentrarán mejor y adquirirán valores de compañerismo y trabajo en equipo.