El tarot. ¿Premonición o engaño?

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Cartas de tarot

El tarot es, con diferencia, el método adivinatorio más popular en el mundo entero. En cualquier rincón del planeta encuentras pitonisas y videntes dispuestos a efectuar una tirada del tarot para clarificar el futuro. ¿Es fiable? ¿O se trata de una superstición?

El interés por conocer el futuro forma parte de la condición humana. Un animal que ha sido capaz de moldear el mundo según sus intereses. Que documenta el pasado para extraer conclusiones y transforma el presente con sus acciones. Un plano se escapa de su control. El futuro. Lo que vendrá. Algo que le provoca preocupación y desasosiego.

Durante la República de la Antigua Roma, los generales se desplazaban a Grecia para consultar sus planes al Oráculo de Delfos antes de iniciar las campañas militares.

Dice la leyenda, que Zeus puso a volar dos águilas doradas desde los dos extremos del mundo y en el punto en el que se cruzaron dejó caer una piedra que abrió una grieta en el suelo. En ese punto preciso, se edificó el templo de Apolo en Delfos, al que peregrinaban griegos de todas las ciudades para descubrir lo que les deparaba el porvenir.

Sobre la piedra del oráculo se sentaba la pitia, la suma sacerdotisa del templo, quien embriagada por los gases que emanaban de la grieta, entraba en trance y respondía a las preguntas de los peregrinos con mensajes ininteligibles. Otro grupo de sacerdotes interpretaban sus palabras y vaticinaban el futuro.

La tirada aleatoria de las cartas del tarot democratiza el oráculo de Delfos. Para conocer nuestro futuro no tenemos que desplazarnos a ningún lugar recóndito de Grecia. Por teléfono, o presencialmente, en cualquier consulta de nuestra ciudad, una experta o experto puede interpretar nuestro futuro. Alertarnos de peligros que están por llegar o disipar nuestras preocupaciones infundadas.

Mi amigo Floren, gran aficionado a la metafísica, me cuenta que muchas tiendas de productos exotéricos ofrecen el servicio de tirada de cartas del tarot a sus clientes, concertando la visita con cita previa. Como el Palacio del Incienso, una conocida tienda online de productos mágicos, con más de 20 años de experiencia, y a la que Floren a recurrido alguna vez para que le tiraran las cartas.

Como Floren, millones de personas recurren con frecuencia al tarot para disipar sus dudas sobre el futuro. Tanta gente no puede estar equivocada. ¿O sí?

El tarot comenzó siendo un juego de mesa.

Cuenta National Geographic que hacia el año 1300 de nuestra era, varios juegos de cartas circulaban por todo el Mediterráneo con estampas de figuras humanas, divididos en 4 palos: oros, bastos, copas y espadas. Cartas que servirán de base para la creación de la baraja española e italiana.

El origen de estos naipes se pierde en la historia. Se supone que provienen de la antigua China. Los mercaderes árabes, que hacían la Ruta de la Seda, acercaron estas cartas hasta Europa.

Las barajas recogían imágenes prohibidas por el canon musulmán y más tarde por la iglesia católica, que veía en ellas un elemento que ponía en cuestión la imaginería cristiana. Ese aspecto prohibido, clandestino, no hizo más que aumentar el interés que suscitaba en la población.

En el renacimiento italiano, en el siglo XV, un juego con estas barajas, que ya habían sido modificadas en ciudades como Marsella, París y Barcelona, se hace popular en las reuniones sociales de la aristocracia. El tarocchi. Una tirada aleatoria de cartas que servía de excusa para inventar historias que, con frecuencia, criticaban a las autoridades religiosas y civiles y satirizaban la corrupción.

Es en el siglo XVIII, con el resurgimiento del exoterismo europeo, cuando Francia se dispone a conquistar regiones exóticas como Egipto, es el momento en el que aparecen escuelas exotéricas en Francia y en Inglaterra que le dan un nuevo significado al tarot y le atribuyen un poder adivinatorio.

¿El tarot adivina el futuro?

El tarotista paraguayo Ángel Verón, autor del libro “Introducción a la simbología de los arcanos” cuenta al portal de noticias ABC que una tirada de cartas no puede prever que mañana te vas a hacer rico, que vas a contraer una enfermedad o que te va a tocar la lotería. No está científicamente comprobado.

Lo que sí puede hacer el tarot es ayudar al individuo a comprender qué siente y qué puede hacer para mejorar su condición.

La tirada de las cartas está guiada por una serie de preguntas que el tarotista hace al consultante. Podríamos decir que la tirada es colectiva. En la sesión se crea una conexión, más o menos profunda, que permite que salgan a la superficie aspectos de la vida personal y concepciones alojadas en el subconsciente de la persona que ha hecho la consulta. Creando un relato con una respuesta que el consultante puede coger o no para cambiar su realidad.

Las cartas del tarot son un vehículo, no una ciencia exacta. Permiten desplegar una serie de habilidades psicológicas que el vidente ha desarrollado empíricamente.

La lectura de las cartas del tarot depende de la interpretación que haga el profesional  y de su habilidad para conectar con el cliente. Por eso, ante una misma tirada puede haber diferentes interpretaciones o en dos consultas simultáneas salen resultados distintos.

En todo caso, una tirada de tarot es una instantánea de la energía presente en el individuo. Hace referencia al estado emocional y las preocupaciones de la persona que hace la consulta en ese momento concreto.

Cuando el tarot se cumple.

Aunque el propio Ángel Verón, tarotista de profesión, pone en cuestión en su libro muchas de las afirmaciones que se hacen sobre el tarot por parte de las personas que defienden esta disciplina, lo cierto es que en internet encontramos multitud de testimonios que afirman que una tirada de tarot les cambió la vida.

Es el caso de un chico que preocupado porque cada relación emocional que tenía era cada vez peor, decidió someterse a una tirada de tarot online.

Estaba desesperado y sus amigos le sugirieron que consultara a una vidente. Al principio tubo sus reticencias, pero, pensándolo un poco, llegó a la conclusión de que no tenía nada que perder. Las cosas no podrían ir a peor.

Optó por hacer la consulta por internet. Acudir a una consulta presencial le daba vergüenza. Investigó por la red, leyendo opiniones y artículos publicados en foros y blogs especializados, hasta que al final encontró a una profesional que le infundía confianza. Entonces, concertó la videollamada oportuna.

Cuando empezó la tirada, estaba nervioso. La vidente logró calmarle con sus palabras y su tono de voz amable, pero profesional. Leyendo las cartas hizo un recorrido por cada una de las relaciones sentimentales que había tenido. Desvelando secretos que no había contado nunca a nadie. Extrajo conclusiones sobre por qué las relaciones pasadas no habían funcionado. Y al final, le dio un consejo que le cambió la vida. Hoy ese chico vive feliz con su nueva pareja, de la que se siente profundamente enamorado y percibe que el sentimiento es recíproco.

He encontrado el testimonio de otra mujer que estando desencantada con la videncia, decidió probar con otra profesional, en un momento de desesperación.

En otras épocas de su vida había defendido a ultranza el tarot, enfrentándose a familiares y amigos, que le decían que estaba tirando su dinero. Desalentada y hundida, no tuvo más remedio que darles la razón.

Pero su problema no se iba. Estaba allí. Cada vez estaba más desesperada. A escondidas, sin decírselo a nadie, buscó los servicios de una tarotista una vez más.

Sentada frente a aquella mujer, que jamás había visto, que no conocía de nada, vio desfilar ante sus ojos su pasado sin decirle una sola palabra. La vidente fue concisa y clara. No se anduvo por las ramas. Cada uno de los acontecimientos que vaticinó, se cumplieron en su momento.

La serenidad llegó a su vida. Por fin aquella mujer fue consciente del terreno que pisaba.

Riesgo de adicción.

La Asociación Española de Estudios de Drogodependencia opina que el tarot y cualquier forma de adicción o videncia entrañan un riesgo de dependencia conductual. Uno de los tipos de dependencia de los que menos se habla.

Y es que determinados sujetos, en circunstancias límite, puede llegar a depositar su futuro en manos de gurús de la premonición.

Ya le sucedió a la zarina Alejandra. La última emperatriz de Rusia. Quién desesperada porque su hijo Aleksei, su único hijo varón, era hemofílico y con ello comprometía la continuidad de la dinastía Romanov, llegó a entregar la voluntad sobre su vida al brujo Rasputín, quien adivinaba el futuro y aseguraba que podía curar a su vástago.

Y es que la obsesión porque una premonición nos determine el futuro o por escuchar en boca de otros aquello que queremos oír sobre nuestro porvenir puede crear en nosotros una dependencia psicológica de efectos insospechados.

En un momento determinado, una tirada de tarot puede ayudarnos a clarificar nuestra mente. Pero no debemos olvidar que quien decide nuestro futuro somos nosotros. Nada está escrito, y menos en renglones ocultos.

No se pierda ninguna noticia importante. Suscríbase a nuestro boletín.

Noticias relacionadas

No se pierda ninguna noticia importante. Suscríbase a nuestro boletín.

Noticias recientes

Comparte

Facebook
Twitter
LinkedIn
Scroll al inicio