Esto es marketing. Seguro que lo has escuchado mil veces. Pero qué es exactamente marketing. Pues una definición de uno de los gurús como Philip Kotler «es un proceso social y administrativo mediante el cual grupos e individuos obtienen lo que necesitan y desean a través de generar, ofrecer e intercambiar productos de valor con sus semejantes». Según Jerome McCarthy, «es la realización de aquellas actividades que tienen por objeto cumplir las metas de una organización, al anticiparse a los requerimientos del consumidor o cliente y al encauzar un flujo de mercancías aptas a las necesidades y los servicios que el productor presta al consumidor o cliente».
Ahora bien, es cierto que el marketing ha evolucionado mucho en los últimos años. Sobre todo si hablamos del marketing digital como nos indican desde Publigar. “Han cambiado los hábitos de consumo, de relacionarnos, de informarnos, de compra, de venta, de conectarnos con clientes, proveedores, consumidores, usuarios. Todo ello hace que sea imprescindible tener un plan de marketing digital para las empresas, igual que hace algunos años era prioritario tener un plan de marketing offline, simplemente”, nos explican.
Plan de marketing digital
Un plan de marketing digital ha de tener muy claros cuáles son los objetivos de esa empresa o compañía: aumentar la cifra de negocio, mejorar la atención posventa, captar nuevos clientes, mejorar su imagen o reputación online, generar una relación de confianza con sus clientes, tener mayor notoriedad en internet, o cualesquiera otras razones que tengan sentido para la empresa.
Hay que integrar en dicho plan de marketing digital los valores de la marca y cómo trasladarlos al mercado, fortalezas, imagen de la web o tienda online, logotipo y mensaje en las campañas de comunicación. Y por supuesto, determinar qué canales o soportes va a utilizar la compañía para conseguir los objetivos planteados en su plan de marketing digital: redes sociales, medios digitales, posicionamiento en los principales buscadores, programática, etc.
Y una vez que conocemos la parte teórica, nos ponemos con la práctica. Vamos a hacer un repaso por las grandes campañas de marketing de empresas que consiguieron llamar la atención. Seguro que más de uno te suena, porque si estas multinacionales son lo que son ahora, es gracias a que en su día hicieron un gran plan de marketing.
Burger King
Las empresas de comida rápida siempre han sido unos adelantados en estos aspectos. Sus campañas son originales, pero sobre todo, y es lo principal, directas con sus objetivos. Una de las campañas más recordadas es la que tuvo lugar a comienzos de 2009. Burger King invitaba a sus fans en Facebook a sacrificar a 10 amigos en esta red social a cambio de un Whopper gratis. La campaña duró sólo 10 días porque Facebook se vio obligada a retirarla por una «violación de la privacidad del usuario» (la app vinculada a esta campaña enviaba una notificación a los amigos «sacrificados»). Una campaña original y curiosa. ¿Estarías dispuesto a sacrificar amigos de tu Facebook por una hamburguesa?
Pepsi
Y si las empresas de comida rápida son unas visionarias, qué decir de las empresas de bebidas. En este caso Pepsi. La marca de bebida refrescante hizo una campaña de efecto contrario. Me explico. Llevaba 23 años seguidos anunciando y metiendo millones de euros en la publicidad de la famosa Super Bowl. Pues bien, en 2010 sorprendió con la decisión de no anunciarse en uno de los eventos publicitarios más importantes del año en Estados Unidos y destinar una tercera parte de su presupuesto anual de marketing en «The Refresh Project», un proyecto en el que la marca fusionaba filantropía y redes sociales. Nos dejó a todos con la boca abierta, aunque es cierto que diez meses después la tuvo que retirar.
El mejor trabajo del mundo
¿Puede un lugar convertirse en la ciudad más importante del mundo gracias a una campaña de marketing? Pues sí. La Oficina de Turismo de Queensland consiguió en 2009 estar en boca de todo el mundo gracias a un aparentemente simple anuncio publicado en la sección de trabajo de un periódico. Sin embargo, gracias a una inteligente acción de relaciones públicas y un sabio uso de los social media, la Oficina recibió más de 34.000 solicitantes de candidatos a convertirse en los beneficiarios del «mejor trabajo del mundo». Y no, no tuvo que gastarse millones de euros en una campaña.
Esto son solo tres ejemplos de buen marketing. Ahora los tiempos han cambiado y se hacen campañas de promoción donde se puede comprobar aspectos diferentes. Por ejemplo, hay un marketing negativo, es decir, “que hablen de mí aunque sea mal”. Aunque nosotros no somos muy partidarios de esta opción. Mejor que hablen mucho y que lo hagan mejor.