Si practicas meditación con regularidad, puedes conseguir una serie de beneficios generales en los planos personal, social y neurológico. Muchos estudios científicos han comprobado que el Mindfulness reduce el estrés, la ansiedad, mejora la calidad del sueño y reduce el riesgo de depresión.
La meditación es un entrenamiento mental. Al meditar desarrollas cualidades como la atención plena, la compasión, el optimismo, la concentración y la atención.
«Las personas que practican Mindfulness aprenden a tomar conciencia del aquí y el ahora y a relacionarse con sus pensamientos y emociones para aliviar el malestar psicológico. Eso se traduce en un aumento del bienestar», informa la revista CUERPOMENTE.
Los estudios científicos han comprobado que las personas que meditan experimentan: menos estrés, mejor autoestima, mayor creatividad, más estabilidad emocional y más atención al presente.
Los efectos de meditar también se aprecian en el cerebro. Un metaanálisis publicado en 2016 y firmado por profesores la Universidad de la Columbia Británica. Los autores comprobaron que el cerebro de las personas que practicaban meditación tenía más desarrolladas las áreas relacionadas con: la empatía, la atención, la memoria y la regulación emocional.
Además, la meditación puede ayudar a los estudiantes a concentrarse mejor y ser más productivos en sus estudios.
Cómo aprender a meditar
Si quieres aprender a meditar debes tener en cuenta estos pasos:
Elegir la técnica
La meditación tiene cientos de técnicas. Debes probar diferentes técnicas hasta que encuentres la que mejor se adapte a tus necesidades. Es aconsejable que investigues la procedencia de cada una.
Encontrar un lugar y tiempo
Meditar 15 minutos a diario es suficiente, pero debes encontrar un lugar tranquilo donde no te molesten, y una hora del día en la que puedas incorporar la sesión de meditación. Se suele recomendar meditar antes del desayuno, pero si eres principiante puedes meditar por la tarde o a la hora que te venga mejor.
Adoptar una postura cómoda
Es muy importante meditar en una postura cómoda y erguida. No es necesario cruzar las piernas, te puedes sentar en un cojín de meditación. Las manos deben estar apoyadas en las rodillas y para conseguir una relajación plena es fundamental estirar un poco la nuca y cerrar los ojos.
Relajarse
No puedes meditar con el cuerpo tenso, porque estarás incómoda. Es aconsejable invertir unos minutos en relajarte antes de meditar. Para ello puedes hacer yoga, natación o dedicar unos minutos a respirar profundamente.
Meditar
Debes seguir las instrucciones del audio, es muy recomendable permanecer inmóvil mientras meditas. Al principio puedes estar incomoda, pero con el tiempo ayuda a concentrarse.
Integrar la meditación en la vida
Es muy importante integrar la práctica en la vida cotidiana. Para desarrollar la atención plena al presente, puedes tratar de mantener ese estado mientras haces actividades como comer, cocinar, trabajar, pasear al perro…
¿Quieres ser instructor de Mindfulness?
Si te apasiona el Mindfulness y te encantaría ser instructor, no dudes en formarte. Los profesionales de la Escuela de Crecimiento y Escuela Inspirare explican que cada vez son más las personas e instituciones que buscan profesionales de la meditación para que les acompañen en un camino personal de bienestar y crecimiento profundo o para integrar en sus acciones de empresa, modelos educativos o abordajes sociosanitarios.
Para ser un buen instructor de Mindfulness debes tener las siguientes cualidades:
Competencia para organizar el contenido
El instructor tiene que entender el funcionamiento de la mente y de las emociones. También debe tener un conocimiento del contenido y organizarlo según las necesidades de los individuos y del grupo. Debe asegurarse de que los participantes comprenden los contenidos correctamente.
Habilidad para relacionarse
Es fundamental que el instructor tenga paciencia, compasión, aceptación, respeto y autenticidad. El instructor debe mostrar bondad hacia los participantes y abrir su corazón sin juzgar.
Capacidad de personificar el Mindfulness
El profesional debe ser completamente humano y capaz de comprender y consolar a los alumnos cuando sufren. Tiene que ser una persona empática, generosa y que sienta conexión con los demás.
Calidad de la guía
El instructora debe ofrecer una guía que describa el proceso por el que tiene que pasar los alumnos. Esta guía ayuda a los participantes a relacionarse con su experiencia.
Mantener el ambiente de aprendizaje del grupo
Durante las meditación algunos alumnos pueden evocar sentimientos negativos, por lo que el profesional debe acompañar a los participantes a través de ellos con cuidado y consideración.
Guiar el curso a través de actividades didácticas
El instructor guiará el curso con ejercicios de grupo, poemas, diálogos, etc. Es aconsejable que el material sea entretenido y didáctico. También tiene que saber implementar programas estándar para todo tipo de destinatarios, así como diseñar jornadas, clases, retiros y talleres monográficos.