Hoy vengo a hablaros de un caso práctico que me ha hecho mucha gracia y, al mismo tiempo, mucha ilusión. Hace unos meses vino a mi consulta deportiva un hombre de unos 50 años, bastante panchón, que quería que le recomendara una tabla de ejercicios para empezar a ponerse en forme pero el pobre, por falta de hábito o por aburrimiento, nunca la cumplía. Al final le aconsejé que intentase hacer cualquier deporte que le llenara y le gustase pero ni con esas conseguí que hiciera deporte regularmente hasta que un día, un par de semanas después, entró en mi consulta totalmente vestido con una equipación de futbol en lila y blanco.
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