Hay quien dice que la publicidad tradicional se va a acabar. Adiós a los anuncios clásicos de televisión, a las cuñas de radio, a los anuncios impresos… adiós a todo lo que conocemos hasta ahora. Yo no pienso así, yo creo que estamos viviendo en un punto de inflexión al respecto que dará un poco de debate al asunto pero que no acabará con ningún tipo de marketing ni publicidad conocido hasta el momento. Ahora bien ¿qué es lo que se supone que primará a partir de este momento? Pues apuntad bien porque lo que da dinero, sobre todo, es el marketing responsable y el marketing online.
Marketing Responsable
Para aquel que tenga el concepto un poco oxidado le diré que es una especie de aplicación de la responsabilidad social corporativa de una empresa en beneficio de su imagen. La responsabilidad social corporativa (RSC) también llamada responsabilidad social empresarial (RSE) o inversión socialmente responsable, se define como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido. El sistema de evaluación de desempeño conjunto de la organización en estas áreas es conocido como el triple resultado.
La responsabilidad social corporativa va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando por supuesto su respeto y su estricto cumplimiento. En este sentido, la legislación laboral y las normativas relacionadas con el medio ambiente son el punto de partida con la responsabilidad ambiental. El cumplimiento de estas normativas básicas no se corresponde con la responsabilidad social, sino con las obligaciones que cualquier empresa debe cumplir simplemente por el hecho de realizar su actividad. Sería difícilmente comprensible que una empresa alegara actividades de RSE, si no ha cumplido o no cumple con la legislación de referencia para su actividad.
Pues bien, esa RSC utilizada a modo de promoción en nuestra sociedad puede acabar dando una “Publicidad” asombrosamente ética y funcional que nos haga lavar nuestra imagen, ganas consumidores fieles y, de paso, desgravarnos un poco en la renta, y esa publicidad tan apañada es el Marketing Responsable. En el blog Marketing Responsable de Daniel Gómez-Torregrosa podemos ver cientos de ejemplos interesantísimos sobre la aplicación de esta técnica en diferentes empresas, desde las más grandes hasta casos más pequeños y aislados que han dado mucho que hablar.
Con este tipo de promoción podemos replantar 10.000 árboles en una zona forestal abandonada, publicitar nuestra acción, calar en la sociedad, ganas clientes fieles, desgravarnos un porcentaje en hacienda y, encima, ganar una imagen corporativa óptima. Todo en uno.
Marketing Online
Lo del marketing online es la pasta por la pasta, hablando en plata. Hablamos, por supuesto, de posicionamiento seo y de posicionamiento sem. Y es que el mundo de la publicidad ha visto en internet un filón importante. Lo inversores, gracias a la red, encuentran métodos publicitarios muy económicos que, bien utilizados, pueden tener una conversión aplastante. Cientos de usuarios a un coste bajo que localizan tu página web justo en el momento en el que están buscando algo que tú ofreces, ya sea un producto o servicio. Esto viene a ser como si un transeúnte se bajara al centro de Madrid para entrar en la primera tienda de bricolaje que encuentre con el fin de comprar algunas herramientas y tú tienes la suerte de ser el primer establecimiento que ve en cinco kilómetros a la redonda. Estupendo ¿verdad? En otras palabras, es cómo tener una tienda en la mejor ubicación comercial de tu cuidad sin invertir a penas nada en comparación con lo que pagarías si esa ubicación fuera real.
Ahora bien, tampoco pensemos que esto es la panacea. Si no se tiene un buen producto y una buena tienda online, atractiva y con buenos precios o un fantástico reclamo, por muchos usuarios que entren en ella las ventas que tendremos no serán espectaculares. Lo que quiero decir es que si estamos en la mejor ubicación y no para de entrar clientela a nuestro establecimiento pero nuestro producto es una mierda, o nuestra atención es pésima, esos clientes saldrán por la puerta igual que han entrado y estaremos invirtiendo en ubicación sin obtener ningún tipo de beneficio. Todo suma, pero si lo haces bien, esto puede ser el tesoro de la promoción actual.