El mundo del deporte es uno de los que levanta más pasiones en todo el mundo y lo entendemos perfectamente. La palabra que más podría definirlo es precisamente la de “pasión”, porque son muchas las personas que lo viven al máximo tanto desde una grada como desde el propio terreno de juego. Además, el deportista de élite tiene una vida que llama mucho la atención de propios y extraños puesto que este tipo de deportistas suele cobrar bastante dinero y se dedica a hacer cosas que no solemos ver en una oficina o en espacios de trabajo donde nos encontramos el resto. Es lógico que sintamos curiosidad por esto.
Soy una persona que ha tenido relación con varios futbolistas de élite porque, de hecho, trabajo codo con codo con ellos. Me dedico a las labores de representación de futbolistas, un trabajo que me gusta pero que puede ser estresante en ocasiones. Resido en la ciudad de Barcelona, una urbe en la que el fútbol es una verdadera tradición porque hay dos equipos de élite, el Barça y el Espanyol. Como consecuencia directa de eso, he tenido la oportunidad de trabajar con futbolistas que han estado en uno u otro equipo y tengo que decir que es con ellos con quien he hecho la mayoría de mi negocio.
Como decía, este es un negocio en el que se puede tener bastante estrés. Tengamos en cuenta que el representante es la persona que se encarga de prácticamente todo lo que tiene que ver con la vida de ese futbolista. Y una de las cuestiones más importantes que eso tiene, además de la de colocar a tu representado en un club que le interese, es la de encontrar una vivienda. Cuando se produce el fichaje de ese futbolista por otro club, rápidamente hay que encontrar un espacio en el que pueda vivir en su nueva ciudad. Es una situación en la que el tiempo apremia porque, en muchas ocasiones, esos fichajes se realizan con la temporada ya empezada y es imprescindible que los jugadores se incorporen a las disciplinas de sus nuevos equipos cuanto antes.
Lo de encontrar una vivienda, como os digo, es elemental. Pensaréis y, con razón, que los futbolistas tienen capacidad económica suficiente para vivir en un hotel en lo que se resuelve la compra o el alquiler de la vivienda en la que van a vivir a partir de entonces, pero es verdad que los jugadores suelen ser bastante exigentes en esta materia y quieren su vivienda pronto. No es para menos. Por mucho que el hotel en el que se encuentran mientras tanto sea de calidad, no hay nada como una vivienda propia en la que contemos con espacio suficiente como para que podamos vivir bien. Además, tened en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, esos futbolistas se trasladan a la nueva ciudad con familia.
Me he enfrentado a ese tipo de situaciones en muchas ocasiones. Hace algunos años, el Barça fichó a otro jugador de la Liga al que yo representaba y rápidamente me tuve que poner manos a la obra para intentar satisfacer esa demanda de vivienda que traía el futbolista, que lógicamente quería reducir todo lo posible el número de días que vivía en un hotel para trasladarse ya a su nueva vivienda. Recibí indicaciones precisas respecto al tipo de vivienda que ese jugador quería, y con esa información me puse a trabajar. Por suerte, tengo bastante experiencia en la materia y los amigos de Vip House Barcelona, una agencia inmobiliaria de la Ciudad Condal que cuenta con especialistas que tienen más de 25 años en el sector y que tienen la seguridad de que se venden las propiedades que manejan en un espacio de tiempo reducido, me ofrecieron un abanico de inmuebles que sabía que a mi representado le podían interesar.
En efecto, encontramos una vivienda que podía cuadrar con lo que estábamos buscando y no tardamos demasiado tiempo hasta que pudimos hacernos con ella. Y representado se sintió perfectamente con el trabajo y la verdad es que se adaptó muy rápido a esa nueva vivienda. En el caso de su familia, ocurrió exactamente lo mismo. Esto hizo posible que tanto él como el resto pudiesen habituarse rápido a su nueva vida. Él empezó a acudir a los entrenamientos con la seguridad de que ya tenía una vivienda en la que residir y tanto sus hijos como su mujer pudieron estar más pendientes de sus labores diarias.
Mi representado estuvo dos temporadas jugando en el Barcelona y la verdad es que tuvo una presencia bastante importante dentro del primer equipo. Consiguió varios títulos y tuvo bastante importancia dentro de una primera plantilla en la que era bastante complicado hacerse un hueco con nombres como Leo Messi, Neymar, Luis Suárez, Xavi, Iniesta, Busquets… Ser parte de este equipo no es nada fácil y solo se consigue si, por un lado, vales para jugar en la más alta élite del fútbol mundial y, por el otro, tienes una vida ordenada con un hogar y una familia que te resguardan de toda la presión que sufren las personas que practican el fútbol a esferas tan altas.
Pasaron esos dos años de los que os hablaba y a mi representado le surgió una oportunidad que entendió mejor que la que le brindaba el Barcelona. Lo pensó con sumo detenimiento porque no es fácil abandonar a uno de los mejores clubes del mundo en aquella época, pero lo cierto es que terminó decantándose por marchar. Y aquí entra en liza una cuestión que era la de la puesta en alquiler o en venta de la casa que había comprado dos años antes. Lo cierto es que no hubo ningún problema con este tema porque dejamos el asunto en manos de las mismas personas y obtuvimos nuevamente un resultado satisfactorio. La casa quedó vendida apenas unos días después de haberse consumado el fichaje de mi representado por otro club.
Para un tipo de personas como lo son los deportistas, que pueden cambiar de ciudad y de trabajo de una manera tan rápida y repentina, tener la seguridad de que sus propiedades pueden ser traspasadas con gran velocidad es algo que facilita y mucho la vida. Tener propiedades muchas veces es algo que nos proporciona status, pero que tiene también una responsabilidad que nunca vamos a querer asumir si esas propiedades se encuentran en una ciudad o en un país diferente al que solemos vivir. Por tanto, es de agradecer que en su día se nos hiciera posible el poder comprar y luego vender una misma vivienda en apenas cuestión de días. Sabemos que no es fácil porque comprar y vender una casa no es comprar y vender un cartón de leche.
Una ciudad de referencia nacional
Barcelona es una de las ciudades de referencia a nivel nacional en todos los sentidos. Tiene una oferta cultural que está fuera de toda duda y que también podría ser considerada como una de las mejores de Europa. En lo que respecta al ambiente, es ideal para todos los grupos de edad porque hay actividades de todo tipo con independencia de cuál sea nuestra situación en la vida. Y está claro que eso ayuda a que sean muchas las personas que agradezcan vivir en un entorno como este. Sin duda, Barcelona es única y tiene para ofrecer un montón de argumentos para conquistar la felicidad en las personas que apuestan de algún modo por ella. Algo tendrá que ver con eso el hecho de que, tal y como señala un artículo del portal web de National Geographic, Barcelona es la segunda ciudad de España con mayor número de habitantes (alcanza los 1’6 millones de personas).
Si hablamos de estilo, también hay que hablar de una ciudad como la protagonista de este artículo. No en vano, de acuerdo con la revista Gq, Barcelona es la sexta ciudad con más estilo del mundo. La verdad es que esto llama la atención de personas como de las que hemos venido hablando en el artículo, los futbolistas de élite, para los cuales el glamour es una de las cosas más importantes de la vida. Desde luego, a muchos de los futbolistas que han portado la camiseta del Barcelona o del Espanyol les ha llamado la atención la ciudad y esa ha sido una arista muy importante para haber terminado la oferta que en su día les hiciera cualquiera de los dos clubes.
Para un club de fútbol o de cualquier otra disciplina deportiva, o incluso para una empresa, es un argumento muy fuerte a su favor a la hora de contratar situarse en una ciudad como Barcelona. Y es que la capital catalana lo tiene absolutamente todo para hacer felices a quienes apuesten por ella. Nada ni nadie puede negarlo. Se nos ocurren pocos lugares en los que se pudiese tener una oferta tan amplia de ocio, de calidad de vida… Y eso, en los momentos en los que nos encontramos, ha adquirido todavía un valor más grande del que ya de por sí venía teniendo.
