Seguro que eres un gran aficionado a beber vino. Tú y muchos españoles que han convertido en el vino en el mejor aliado para las comidas y los momentos entrañables con amigos y familia. Pero, ¿sabes de dónde sale el vino? Hoy queremos hacer un repaso al procedimiento, pero sobre todo, enfocado a la vid. A la que podríamos definir como la madre de la uva. De su ‘vientre’ salen esas uvas con las que posteriormente se realizan los deliciosos caldos.
Nos ponemos las botas de vendimiar y visitamos Plantvid, una empresa líder en la elaboración y comercialización de plantas de vid, y que hoy nos pone a disposición su experiencia personal en plantas de vid y viñas en general. Atentos a la clase magistral que hoy es de nota.
La vid (o cepa o parra) es una planta trepadora, leñosa, de la especia ‘vitis vinifera’ cuyo fruto es la uva con la que se elaboran los vinos. Se llama viña (o viñedo, o pago o majuelo) al grupo de vides claramente delimitado por una finca o parcela. Sus cepas pueden llegar a vivir más de un siglo, y conforme tienen más edad dan menos frutos, pero de mejor calidad debido a que sus granos son más pequeños poseen menos agua pero mayor concentración de azúcares y otras sustancias. Además, sus grandes y profundas raíces tienen una mejor penetración en el subsuelo y aprovechan más y mejor sus recursos.
Tipo de uvas
Uva de vinificación tinta
Las plantas de vid tintas para vinificación son aquellas cuyo producto se va a utilizar para la producción de vinos tintos y mostos.
Uva de vinificación blanca
La uva de vinificación blanca es la que aporta una especial intensidad y color claro a los vinos.
Uva de mesa
Las distintas variedades de uvas existentes y los injertos compatibles para conseguir un resultado profesional.
Portainjertos
Son plantas de vid, plantones o a raíz desnuda, sobre las que se injerta la variedad que se desee cultivar. El portainjerto está muy generalizado en España por su óptima adapatación a suelos calizos. Resistente hasta un 25% de caliza activa. Es de vigor medio y proporciona al injerto una producción regular y un ligero adelantamiento en las fechas de maduración. la resitencia a la sequía es de media a buena. Es ligeramente sensible a excesos temporales de humedad en primavera. Está bien adaptado a los suelos calcáreos o argilo-calcáreos, poco compactos, ligeros y profundos. Se debe evitar en suelos muy compactos. Su resistencia a la la salinidad nula.
“Debido a nuestra apuesta por la calidad y lo natural, nuestro servicio de venta de cepas de vid y plantas cuenta con especímenes aptos para plantaciones ecológicas y biológicas, de ahí que el principio de sostenibilidad y nuestra filosofía de respeto medioambiental, sea uno de los argumentos primordiales de viveros de vid”, explican desde la empresa.
El clima
En esta época nacen nuevos brotes verdes en la vid, que fue previamente podada para pasar el invierno. Normalmente la brotación empieza cuando la temperatura excede los 10 grados centígrados, aunque puede depender de la variedad. La principal amenaza durante la brotación son las heladas, como ocurrió en Ribera del Duero en el año 2017, algo que podría resultar en una pérdida importante de la futura cosecha. El clima es por lo tanto determinante durante la brotación, así como las reservas de carbohidratos que ha acumulado durante el invierno la vid en el pie. Porque después de la brotación de la vid, entre marzo y mayo en el norte y entre septiembre y noviembre en el sur, empiezan a crecer las flores.
Qué necesita
Hay cinco variables fundamentales para el desarrollo de la vid: la luz del sol, la temperatura, el agua, el CO2 y los nutrientes del suelo. Un correcto equilibrio de estos cinco aspectos será fundamental para que el ciclo vegetativo se produzca de manera adecuada. Por lo tanto, aunque el factor humano es importantísimo, la viticultura siempre está a expensas de los designios de la naturaleza. El profundo conocimiento de las necesidades de la vid, así como del entorno en el que crece, será indispensable para lograr vinos de calidad y que sean el reflejo del paisaje del que proceden.
Ahora ya conoces bastante más sobre la procedencia de ese vino que tanto te gusta. Ya has podido ver que se trata de todo un ritual. Los artesanos de la uva me gusta a mí definirlos. Un duro y arduo trabajo para que tú puedas disfrutar con los cinco sentidos de un buen vino.