Al revés de lo que pasa con otra clase materiales como puede ser el aluminio, las ventanas de PVC lo que hacen es ayudar a que no se pierde energía cuando se instalan, lo que produce un ahorro importante a nivel económico. Si además se le añade un acristalamiento aislante, el ahorro en cuanto a calefacción y de aire acondicionado puede llegar incluso hasta un 65%.